En los últimos años, muchas promotoras y constructoras en España han entrado en concurso de acreedores, dejando a sus clientes en situaciones complicadas. Esto ha generado retrasos en la entrega de viviendas, impagos a proveedores y edificios inacabados, afectando tanto a compradores como a contratistas. En Ba Properties te contamos cómo proteger tu inversión si te encuentras en una situación como esta.
El proceso de concurso de acreedores se activa cuando una empresa no puede hacer frente a sus deudas. Una vez declarado por un juez, se designa a un administrador concursal, quien se encarga de gestionar los bienes de la empresa y analizar su viabilidad. Este proceso puede culminar con un convenio de pagos entre la empresa y sus acreedores, o, en el peor de los casos, con la liquidación de los activos para cubrir las deudas.
Para los compradores de viviendas, existen dos caminos principales: si desean resolver el contrato debido al incumplimiento de la promotora, pueden recuperar las cantidades entregadas a cuenta gracias al aval bancario que todo promotor debe garantizar. Esto implica renunciar a la vivienda, pero asegura la devolución del dinero. Si el comprador prefiere mantener su contrato, debe seguir haciendo los pagos comprometidos, incluso durante el proceso concursal, siempre bajo supervisión del administrador. En este caso, si la promotora no puede continuar, otra constructora puede tomar el relevo para finalizar las obras, manteniendo las calidades pactadas.
En cuanto a los desperfectos en la vivienda, existen tres tipos de garantías legales que protegen al comprador: el seguro decenal para defectos estructurales, una garantía de tres años para problemas que afecten a la habitabilidad y un año para defectos de acabado. En caso de insolvencia de la constructora, el promotor retiene parte de los pagos para cubrir posibles problemas.
El peor escenario sería que la obra quede incompleta, lo que obligaría a ejecutar los avales para recuperar el dinero. Sin embargo, es recomendable buscar asesoramiento legal para afrontar cualquier complicación.